09 abril 2007

SEMANA SANTA, TAMBORRADAS, ROSQUILLAS Y PROCESIONES

Aprovechando el disgusto de Rouco Valera por la transubstanciación de las rosquillas, he aprovechado esta Semana Santa para profundizar en mis raíces cristianas y manchegas allá por donde la provincia de Albacete deja de ser La Mancha.

El pueblo que vio nacer a mi madre celebra la Semana de Pasión con procesiones, tamborradas y un impresionante silencio en la colina que llaman “El Calvario”. La imagen de Cristo bendice, al final del sermón del cura, a todos los presentes. Este año, el sermón giró sobre el RESPETO, sobre su pérdida en la sociedad actual.



Uno, que no pisa una iglesia salvo para bodas o funerales, se temió lo peor: un nuevo sermón sobre la falta de respeto a la patria la estaba consumiendo.

O como el matrimonio homosexual era una falta de respeto a la familia.

O como la entrega del gobierno a ETA era una falta de respeto a las víctimas.

Por unos segundos, padecí de “vértigo madrileño” (si llueve en Madrid, llueve en España: si preocupa en Madrid, le preocupa a España).

Pero, el joven párroco habló a los congregados de cómo la falta de respeto llevaba a la violencia sexista, al racismo, al abandono de los países subdesarrollados.

De mis años de catequesis recuerdo el dicho: “por su actos lo conoceréis”.

Pero, en España, hoy, no sólo hay que juzgar a las personas por sus actos, también por sus omisiones.

Y en la fiesta grande del catolicismo, cuando su voz es más potente y tiene más audiencia, tan importante como sus actos (las preocupaciones que se reflejaban en su sermón), fueron esas omisiones.

Ni izquierda ni derecha extraña que sean las omisiones del vicario de Tobarra las que dan sentido al discurso del obispo madrileño Rouco Valera.

A nadie le extraña que los temas de los que no habla el párroco sean los que da sentido al discurso de la Conferencia Episcopal.

A nadie, pues, le puede extrañar que los temas que omitió el capellán sean los que menos preocupan a los españoles, aunque sean los únicos de los que se preocupan los medios y los periodistas de Madrid.

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