15 junio 2007

CONSENSO PARA LA RESOLUCIÓN DE UN PROBLEMA: GAZA y UNA NIÑA LLAMADA CLAUDIA

Ante un problema, la primera acción que hay que tomar es la definición del mismo: sólo con una buena definición se puede encontrar una buena solución. Hoy, hablaré de dos casos sin aparente relación: el presunto maltrato infantil de Salou y de la guerra civil en Gaza.

En Salou, para la casta judicial no ha pasado nada anormal: se ha cumplido con la ley (y añadiría que “y punto”). Obviamente, no hay problema, o mejor dicho, el problema no es suyo. Es decir, en mi irrelevante opinión, podría existir un problema de custodia de los derechos de una menor (de 6 meses de edad), lo cual, obviamente, no es competencia de la justicia, ni del juez, ni del fiscal, ni del forense, ni hace falta comunicar con urgencia con la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) para que se persone (es obvio que si la menor así lo solicita, se le facilitará un abogado de oficio), así que una cartita es suficiente.

Evidentemente, no hay consenso sobre cual es la definición del problema. Por la tanto se ha organizado una reunión urgente para su definición, donde participará la presidenta del TSJC, quien considera que no ha habido problema:

¡Im-presionante!

Luego tenemos Israel, la OLP, HAMAS, Cisjordania y Gaza. Aquí se trata de un ejemplo contrario al anterior: los gobiernos israelíes han definido clara y sencillamente cuál es el problema (los palestinos) y que hay que hacer para solucionarlo.
Su solución pasa por:
  1. A los que viven en Israel y son israelíes, relegarlos, evitar que vivan en Jerusalén, dificultar su integración, marginarlos social y económicamente: mientras que los judíos recién llegado disfrutan de amplias ayudas, no las hay para ellos.
  2. A los que viven en Gaza y Cisjordania (un conjunto de bantustanes separado por un enorme muro), limitar sus derechos civiles, el acceso al agua y a las tierras, impedir la construcción de casas y privilegiar los derechos de los colonos. Su objetivo, facilitar las condiciones para la emigración.
  3. No reconocer ningún derecho colectivo a los palestinos, no reconocer ninguna autoridad a sus representantes elegidos democráticamente, fomentar la desunión del enemigo y facilitar el encarnizamiento mutuo de las facciones palestinas: es decir, potenciar la presencia de HAMAS, no reconocer a Arafat como interlocutor, no reconocer los resultados de las elecciones ni a los gobernantes democráticos de los palestinos, bombardear y criminalizar a la población, atizar la guerra civil palestina y facilitar la victoria de Hamas

¿Cuál es el futuro del “Gazastán” de Hamas? Cohetes Kassam, bombardeos diarios y fin de todo suministro proveniente de Israel: expulsión encubierta de palestinos.

La “Paz por Territorios” ya no existe: Israel se acostumbrado a una paz armada con sobresaltos, tiene los territorios que quiere y una enorme reserva de mano de obra barata y sin derechos. ¿Qué más puede pedir?

De esto se deduce que el consenso en la definición de los problemas es vital para llevarse el gato al agua Jordán.

2 comentarios:

Borja!! dijo...

Puntualizaria algunas cosas pero tienes razón en muchas otras........

Xava dijo...

Cierto, pero el tiempo me ha dado la razon