28 mayo 2007

MI GOZO EN UN POZO

Como se ha podido demostrar, mis dotes adivinatorias se encuentran al mismo nivel que mis capacidades telepáticas y telequinésicas.

Los resultados no son malos, se encuentran dentro de lo previsible (en el límite más inferior posible): 50% de participación y 14 regidores con un candidato que todavía no reconocía el 100% como el alcalde. Pues, no está mal.

Pero, una abstención tan brutal, un número de votos en blanco nunca visto, una cantidad récord de votos nulos y un exitazo de los partidos que no aspiraban a regidor (46.179 votos) es un puñetazo encima de la mesa del PSC, los míos, porque el mal de la otra izquierda (40/50% de votos perdidos) es consuelo de tontos.

Y la solución me es desconocida, no sé cuales son los resortes que hay que apretar: proximidad, programa, ideales... Este abandono es plurimotivado.

Pero, resulta curioso que la agenda de la derecha sea la que desprograme a los electores de una izquierda gobernante.

O quizás eso forma parte del problema a solucionar:

La izquierda que gobierna preocupada por la participación ciudadana, por la educación acomete una orden sobre el Calendario Escolar (25.04.07) que modifica la programación anual del Consell Escolar de cada escuela tan solo un mes antes de la llegada de junio.

Quizás está justificadísimo, bien sea por atender problemas presupuestarios no explicados o problemas sindicales no conocidos, pero no está explicado.

Quizás, no sea el mejor ejemplo, pero, es el primero que me ha venido a la cabeza.

Es decir, dejamos que la agenda política del estado, Catalunya y la ciudad nos la marque la derecha, no dejamos ver la acción de gobierno hasta que llegan las elecciones, se nos llena la boca de grandes y altas palabras y a la hora de la verdad se impone el pragmatismo.

Si nos ponemos a pensar qué hicimos para tener este resultado, nos tenemos que remontar un par de años atrás, cuando no era buen momento para cambiar de "caballo" en la alcaldía de Barcelona, o más atrás, cuando lo importante del Forum no eran las impresionantes obras que no dejaba a la ciudad sino un evento (que atrajo a casi 4 millones de visitantes) que iba ser la envidia del mundo entero.

Ahora tenemos 4 años para volver a empezar, lavar nuestro discurso (de palabra y de obra) pero a mano, y volver a demostrar a los ciudadanos que no estamos preocupados por la vivienda, la inmigración y la educación sino que mostremos nuestros resultados en vivienda, inmigración y educación.

Y eso quiere decir recursos para educación, vivienda e inmigración, y no proyectos a largo plazo.
Nuestra gente debe ver los resultados pronto.

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